Por Juan Tomás Valenzuela
En solamente dos días
el Partido de Leonel
tiene inscrito en su anaquel
más de los que el ñú creía.
El hermano de Lucía
creyó que el penco Gonzalo,
con ese olorcito a escualo
que tiene entre las verijas,
pisaría a esa lagartija
con porte de pejepalo.
El imbecil de Medina,
con su educación primaria,
creyó que esta “luminaria”
que alimentó con purina,
iba a dejar en las ruinas
el proyecto de Leonel,
y no vió que este lebrel,
por su falta de talento,
solo iba a ser alimento
para un monstruo como él.
Van 200 mil inscritos
en 48 horas,
y eso, que aún no está “La Tora”
ni Felucho, ni Alvarito.
Tampoco está Quirinito,
ni Julio, ni Euri Cabral,
ni la pérfida nuclear
qué hay nombrada en Minería,
ni tampoco la ruyía
del Dajabón provincial.
Aún no llega Alejandrina
a las filas de Leonel,
ni los cueros de burdel,
ni periodistas bocinas,
ni Reinaldo, ni Cristina,
ni Mariotti, ni Diandino,
ni tampoco está Quirino
con su aporte financiero,
que aspira a ser tesorero
de un proyecto tan divino.
La gente que está llegando
al Partido de Leonel,
son de los mismos que ayer
lo estuvieron ultrajado.
Pero cómo están notando
que ese barco se fue a pique,
prefieren pactar con Quique
para que apoye a Leonel,
porque sino, Abinader,
los va a echar por un derrique.
Juan de los Palotes
23 octubre 2019